La renovación del patio de comidas convirtió este espacio en un lugar cálido y vibrante, donde la arquitectura se inspira en la naturaleza para transformar la experiencia de los visitantes. Las columnas se reinventaron como árboles estilizados, cuyas “copas” evocan la frescura de los parques de Breña y generan un juego de escalas con la altura total del gran espacio destinado a esta actividad, logrando un ambiente más acogedor y cercano.

En torno a estos elementos se organiza el mobiliario lúdico, que invita a disfrutar de un momento agradable en un entorno moderno y funcional. La propuesta logra un equilibrio perfecto entre diseño, confort y operación de los locatarios.

Este patio no es solo un espacio para comer, es un punto de encuentro donde una diferente interpretación de la naturaleza se une para ofrecer a los visitantes una experiencia diferente.